domingo, 16 de noviembre de 2014

MICRORRELATOS 4ºB

Un día normal y corriente como otro cualquiera sucedió algo inusual en mi pueblo, apareció un cadáver en la fuente de la plaza.
Me asomé a observar entre la muchedumbre el cadáver, pero en ese momento un hombre con pinta siniestra me advirtió que mirar a un muerto me traería perjuicios malos, pero mis ganas eran tremendas y lo hice. 
Al día siguiente apareció por mi barrio aquel hombre siniestro y me advirtió que tuviera cuidado en los próximos días, con una sonrisa de oreja a oreja un poco aterradora. 

Ya una semana después, una noche empecé a escuchar voces en el sótano de mi casa, recordé al viejo hombre y me puse un poco nervioso, bajé para ver qué pasaba allí dentro. Miré por el agujero de la puerta y vi el cadáver al lado del siniestro hombre.

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