jueves, 31 de marzo de 2016

La caja de las palabras y los héroes (Pedro Jesús Sánchez Lima, 3ºB), pof. Elvira Mármol


LEYENDAS DE ESPAÑYA


Nada se recuerda de él, sólo un intrépido viaje que le abarcó toda su vida. Malvados y enemigos se entrometían en su camino, muchas pruebas tuvo que pasar.
En una de las hazañas del viaje le interrumpió un obstáculo, un enorme precipicio se le anteponía. Con una fuerza sobrenatural lo cruzó, era como un sueño, volar como un pájaro, había descubierto un “sueño”, parecía que se lo habían proporcionado los chicharrones de su abuela, se había dado cuenta de que era un héroe, era … Sancho.
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Habían pasado diecisiete años y continuaba su viaje, sólo él y su amada, Parientina. Después de tantos años no le había ocurrido ningún suceso más, hasta que llegó don Quijote, un ser gigantesco que habitaba en los montes de “Maspalante”. Sancho, al cruzarse con él, sacó su navaja, que la había compró en “Albacetín”, y mató al gigante de una estacada, dejando al pueblo de “Eldelmedio” liberado.
Pasaron aún más años, tantos que la navaja de Sancho se oxidó y quedó inservible. 
Y llegó Sancho a “Conilés”, un pueblo de “Cadizte”. Tan grande fue la fama de Sancho que los conilenses, al saber que estaba en su pueblo, acudieron a pedirle ayuda, querían que rescatara a una niña que estaba apresada por una bruja en lo alto de la torre “Alguzmán”. 
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 Sancho no se lo pensó dos veces y fue a rescatarla; subiendo las escaleras, despacio, claro; ya que sobre él, recaían tres cuartos de siglo de andanzas vividas. Llegó a lo alto de la torre, desde allí se divisaba todo el precioso pueblo de “Conilés”; pero no viene al cuento. Allí se encontraba la bruja con la niña apresada, y con un rápido, bueno, casi rápido movimiento, Sancho se abalanzó sobre la bruja, llamada “Guerrillera”, tirándola por el borde, y bueno, no quiero saber lo que le pasó. Todo “Conilés” estaba atónito con la escena tan extraordinaria que Sancho había hecho y decidieron, en honor a Sancho, cambiarse sus apellidos y ponerse Sánchez, en honor al que, en algún día, fue el héroe de toda “Españya”, y más tarde, rey de “Europeudus”.

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