martes, 3 de noviembre de 2015

Microrrelato de Terror (2ºC) Ana Moreno



Cuando fuimos de excursión se nos hizo tarde en el campo.
Aunque nos daba un poco de miedo, decidimos entrar en un caserón un poco alejado del camino. La casa estaba abandonada, pero nos acercamos sin miedo. 
Después de entrar, de pronto la puerta dio un portazo y la luz de la linterna se apagó sola, así que nos quedamos sumergidos en un oscuro silencio. Llamé a mis compañeros pero nadie me contestó, palpando me moví por la habitación buscando un interuptor o una vela para
alumbrarme. Todo fue inútil, a oscuras no sabía lo qué era nada.
El corazón me latía con fuerza y la garganta no me dejaba hablar.
Por fin toqué una ventana, intenté abrirla, cuando lo conseguí la luz de la luna iluminó el interior de la habitación, y yo  me quede paralizada: todo el suelo estaba cubierto de cadáveres.
Había entrado en un cementerio.

 Resultado de imagen de cementerio tenebroso

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