miércoles, 4 de junio de 2014

el fuego de la memoria

El fuego de la memoria
Mi
muñeco


Cuando yo era pequeño los reyes me trajeron un muñeco de la película que más me gustaba que veía mil veces al día y me encantaba.
Cuando me lo trajeron no lo soltaba ni al baño y a una bicicleta que también me regalaron no le hice ni caso hasta a la siguiente semana de los reyes.
Me lo llevaba a todas partes incluso una vez que había que traer un juguete en preescolar lo llevé y entonces se me perdió el sombrero. La maestra y yo lo buscamos por todas parte y al final lo encontramos.

Lo llevaba hasta la peluquería y le decía a la peluquera que lo pelara a él tambén y se rieron las personas , tambíen para montar a caballo lo llavaba y hasta dormía con él. Pasaba el tiempo y el muñeco se ensuciaba pero a mí me daba igual ya que me seguía gustando.
Lo llevaba cuando iba compras, a casa de mi abuela y cuando iba al colegio lo dejaba en el coche, hasta cuando iba al médico lo llevaba conmigo y cuando lo llevaba al parque lo subía en el columpio y en el tobogán.

Para hacer la tarea, para comer, para jugar para todo estaba siempre conmigo... hasta que un día lo dejé y no jugué más con él, ya no me acordaba en mi cama de él. Así, un día, íbamos a salir a comer, fui por él y ya no estaba en mi cama. Me tuve que ir sin él
A mi madre se le olvido descirme que lo había lavado y ahora estaba limpio. Desde ese día lo tengo en mi cama sentadito.

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