LA
SOMBRA
Raquel
volvía
tranquila después de una tarde apacible con sus amigos. De camino a
su casa , observó cómo el conductor de un vehículo la estaba
observando
fijamente como si la examinara detenidamente. Debido a esto decidió
coger un atajo,lo que conllevaba ir por un pasadizo.
Ya
en el pasadizo
, divisó una sombra que se le acercaba rápidamente. Aligeró el
paso sin poder dejar de mirar hacia atrás e
iba observando cómo
la sombra se iba acercando más
y más
a la vez que extendía sus grandes manos hacia ella. Quiso gritar
pero ya era demasiado tarde. La sombra ya la tenía
atrapada entre sus manos susurrándole al oído “Ya eres mía”.
María
Victoria Díaz Pérez, 4º A
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