Desvanecido en la niebla
Érase
una vez un niño llamado Juan que tenía catorce años y vivía con su
abuela porque sus padres habían muerto. Un día de Diciembre cuando
Juan llegó a casa se encontró a su abuela muerta en el suelo. Juan
se arrodilló junto a ella y empezó a rezar porque no quería quedarse solo par siempre. Esa noche cuando Juan
estaba durmiendo soñó que alguien le susurraba “sígueme” al
oído, Juan despertó sobresaltado de la cama y entonces vio a
su abuela a los pies de su cama junto a sus padres, Juan decidió
seguirlos y se desvaneció en aquella manta de niebla misteriosa.
Juan
dejó una nota en la que decía: “Detrás de cada rostro
una tragedia..”
(JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ)
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