EL RETO
Era un grupo de amigos que buscaban constantemente la manera de estar por encima de los demás, ideaban retos para comprobar quién era el más fuerte, más valiente, más listo, etc.
Sin mirar limites, en una de tantas ocurrencias, uno de ellos apostó con sus compañeros una total locura: dijo que estaba dispuesto a entrar en un cementerio, a las doce de la noche; en la cual según la creencia popular, los muertos salían de sus tumbas; y para que sus amigos pudiesen comprobar al día siguiente que estuvo ahí, dejaría clavado un clavo en la pared más alejada del cementerio.
Cercanas las doce como habían quedado, ya se encontraban todos juntos a la pared del cementerio, esperando a que su amigo saltara. Llevaba martillo y clavo con él, y después de saltar el muro, emprendió carrera en medio de la penumbra hasta que su silueta no se alcanzaba a distinguir. Momentos después todos escucharon el choque del martillo y el clavo, y el crujir de la pared.
Los sonidos se callaron, el trabajo estaba hecho y el joven preparaba la carrera de vuelta, pero al querer moverse, se sintió fuertemente sujeto del pecho. Rápidamente toda su cara perdió el color y su cuerpo se desvaneció mientras daba gritos llenos de horror. Cuando sus amigos lo escucharon, entraron de inmediato a su auxilio pero retrocedieron miedosos al verle retorcerse, colgado de la pared.
El chico murió ahí solo, sus amigos lo dejaron atrás y solamente porque él mismo clavó su ropa en la pared sin darse cuenta, pero todos estuvieron demasiado aterrados para notarlo.
Pero no todo terminó ahí, se dice que debido a tal traición, volvió de la muerte para acosar a sus amigos. Estos presenciaron las apariciones del chico muerto por largo tiempo, hasta terminar esquizofrénicos, con intenciones de arrancarse la vida ellos mismos.
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