viernes, 2 de diciembre de 2016

Rosa Valiente 3 A

Iba caminando hacia mi casa. Era de noche y las luces de las farolas empezaron a encenderse y a apagarse. En ese momento, se apagaron todas. Sentí cómo mi corazón latía deprisa. De repente, se volvieron a encender y estaba allí, delante de mí, el electricista.

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