Rodolfo
fue de viaje a las Islas Canarias, a un barrio de malvados, una vez
allí le robaron la cartera donde guardaba todo su dinero y todas sus
pertenencias.
Rodolfo
fue al cuartel de la policía y ellos le dijeron que no había
solución.
Él
estaba triste y fue a un lugar al borde del precipicio, y se tiró,
pero cuando se cayó se dio cuenta de que todo había sido un sueño, él estaba dormido en un
parque de las Islas Canarias, despertó con hambre y fue al
supermercado.
Él
entró y fue a la carnicería, y le dijo al carnicero Sancho que
le diera medio kilo de chicharrones. Salió del supermercado, y su
amada la esperaba afuera en el coche.
Luego
fueron al cine a ver la película de “Don Quijote II” y se comieron
un paquete de palomitas y bebidas.
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