LA CENICIENTA
Cenicienta era una chica de unos 16 años, muy centrada en la vida y muy religiosa. Tras la muerte de su padre, Cenicienta pasó a ser de una niña religiosa y muy buena a una chica rebelde, marchosa y agresiva.
Un día, un amigo de ella, de la pandilla, organizó una fiesta en la mejor discoteca que había en la ciudad, la más glamurosa. Cenicienta esa noche se preparó lo más elegante que pudo y se marchó a la fiesta. La causa de que se vistiera tan elelgante era que el chico que organizaba la fiesta le molaba.
Cuando llegó a la fiesta, lo primero que hizo fue saludar a Izan (el chico que le gustaba) y echó horas y horas bailando, pero llegó un momento en el que vio a Izan con una chica besándose y corrió hacia ella y la cogió de los eplos, la tiró al suelo y se situó encima de ella. Todo ese escándalo hizo que los porteros de la discoteca echaran a Cenicienta de allí con todo su vestido elegante roto.
Izan salió en busca de ella...
Y fue en ese momento en el que me desperté y me di cuenta de que todo había sido un sueño, un sueño muy interesante y extraño.
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