Había
un chico de 16 años llamado Jorge, que en la ciudad de Cádiz era
muy conocido y muy querido, porque aunque no es un héroe de verdad,
es como si lo fuera.Cada vez que ve a una persona mal intenta
ayudarla de cualquier forma. Las personas que conocen a Jorge siempre
tienen la esperanza de que él les va a sacar siempre una sonrisa
por muy dura que sea la situación. Se cuenta mucho la vez que a una
señora mayor le quitaron el bolso dos malvados hombres y le
hicieron daño. Jorge los detuvo, llamó a la policía y llevó a
la anciana a un centro médico para averiguar si sus heridas eran
graves.
También cuentan la vez en la que un hombre de su piso se
quería suicidar intentándose tirar por un precipicio, pero Jorge le
recordó todo lo que había vivido con su familia, y aunque su
madre tenía problemas de salud no podía abandonar a sus hijos. El
hombre recapacitó y le dio las gracias por abrirle los ojos. Todos
los días antes de que los hermanos de Jorge se durmiesen él
siempre les contaba el cuento de “Don Quijote”. Pero el personaje
que más le gustaba a los hermanos de Jorge era Sancho, el amigo de
Don quijote. Dulcinea era la amada de Don Quijote.
A
Jorge una de las cosas que le encantan son los chicharrones.
Definitivamente no puede vivir sin ellos. Es tanto su gusto por los
chicharrones, que al menos una vez en semana, va a una carnicería
de Chiclana a comprarlos, no sólo para él y para su familia, este
generoso chico, siempre se acuerda de su humilde y anciana vecina del
quinto. Recuerdo una anécdota, precisamente uno de los días que fue
a por su encargo a la carnicería. Estando esperando en la cola, de
repente, entraron unos encapuchados armados y asaltaron el local. El
joven, ante el pánico de la gente que esperaba su
turno,sigilosamente marcó el número de la policía desde su móvil
sin que nadie se diera cuenta.
Gracias
al gesto heroico de Jorge y a la rápida intervención de la policía,
los delincuentes fueron arrestados y todo quedó en un susto,
gracias una vez más, a la participación del joven gaditano.
Éstas
son sólo unos de los muchos gestos de solidaridad y altruismo del
chico de 16 años.
Había
un chico de 16 años llamado Jorge, que en la ciudad de Cádiz era
muy conocido y muy querido, porque aunque no es un héroe de verdad,
es como si lo fuera.Cada vez que ve a una persona mal intenta
ayudarla de cualquier forma. Las personas que conocen a Jorge siempre
tienen la esperanza de que él les va a sacar siempre una sonrisa
por muy dura que sea la situación. Se cuenta mucho la vez que a una
señora mayor le quitaron el bolso dos malvados hombres y le
hicieron daño. Jorge los detuvo, llamó a la policía y llevó a
la anciana a un centro médico para averiguar si sus heridas eran
graves. También cuentan la vez en la que un hombre de su piso se
quería suicidar intentándose tirar por un precipicio, pero Jorge le
recordó todo lo que había vivido con su familia, y aunque su
madre tenía problemas de salud no podía abandonar a sus hijos. El
hombre recapacitó y le dio las gracias por abrirle los ojos. Todos
los días antes de que los hermanos de Jorge se durmiesen él
siempre les contaba el cuento de “Don Quijote”. Pero el personaje
que más le gustaba a los hermanos de Jorge era Sancho, el amigo de
Don quijote. Dulcinea era la amada de Don Quijote.
A
Jorge una de las cosas que le encantan son los chicharrones.
Definitivamente no puede vivir sin ellos. Es tanto su gusto por los
chicharrones, que al menos una vez en semana, va a una carnicería
de Chiclana a comprarlos, no sólo para él y para su familia, este
generoso chico, siempre se acuerda de su humilde y anciana vecina del
quinto. Recuerdo una anécdota, precisamente uno de los días que fue
a por su encargo a la carnicería. Estando esperando en la cola, de
repente, entraron unos encapuchados armados y asaltaron el local. El
joven, ante el pánico de la gente que esperaba su
turno,sigilosamente marcó el número de la policía desde su móvil
sin que nadie se diera cuenta.
Gracias
al gesto heroico de Jorge y a la rápida intervención de la policía,
los delincuentes fueron arrestados y todo quedó en un susto,
gracias una vez más, a la participación del joven gaditano.
Éstas
son sólo unos de los muchos gestos de solidaridad y altruismo del
chico de 16 años.
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