Érase
una vez un pequeño niño llamado Sam que siempre soñaba con ser un
héroe. Un día él quedó con todos sus amigos en su casa y aquella
noche él soñó el siguiente sueño:
Él
era un héroe llamado Sam, le gustaba comer chicharrones y sentarse
en su gran sofá con su amada llamada Laura, ella era una chica rubia
con ojos marrones muy alta y cariñosa.
Sus
amigos
eran malvados, al contrario que él, él era un héroe valiente que
solo pretendía ayudar a los que necesitaban ayuda, pero casi todos
sus amigos lo que querían hacer era luchar y vengarse. Una de las
actividades favoritas de Sam, aparte de estar junto a su amada Laura
y sus amigos, era tirarse por precipicios altos.
Él
junto a uno de sus
mejores
amigos
llamado Sancho viajaron a Portugal,
donde vivía la familia
de Sancho, cuando llegaron allí encontraron al primo de Sam, llamado
don
Quijote. A la vuelta del viaje, Sam con
la ayuda de Sancho
acudió en
rescate de Laura, porque la tenían secuestrada en
un armario de la casa de Sancho.
Sam,
asustado, llegó a la casa de Sancho y cuando abrió la puerta le
tiraron globos y serpentinas…
Al
final todo era una broma inventada por Sancho y por sus amigos.
Sam,
al final despertó de alegría y se dio cuenta de que todo había
sido un pequeño sueño lleno de aventuras y de felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario