El
pozo oscuro
Era
un día de Hallowen y todo estaba tranquilo. De repente escuché una
voz que venía del pozo.
Fui
al pozo, pero no había nada. Más tarde fui otra vez, ya que seguía
oyendo ruidos y vi que había sangre por las paredes. Grité y fui a
avisar a mi padre. Él cogió la linterna y fue a ver mientras mi
madre estaba durmiendo. Pero en el pozo ya no estaba la sangre.
A
la mañana siguiente no encontraba a mi perro. Lo busqué por toda la
casa, no lo encontraba y puse carteles por la calle. Nadie lo había
visto por el pueblo aunque una mujer me dijo que lo había visto en
el cementerio.
Al
caer la noche fui a buscarlo al cementerio y lo vi allí, así que
salí corriendo a cogerlo, pero cuando me acerqué más a él vi que
era un gato. Volví a casa ya de día y allí encontré a mi perro.
La voz que había escuchado era de mi vecino que tiró al gato que
estaba muerto a mi pozo y mi perro me estaba avisando de que algo
había.
(Adrián Alexandru)
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