La Tarde de Ayer
Ayer por la tarde estaba
todo tranquilo, me entró hambre y fui a la cocina a por algo de
comer. Tenía ganas de chocolate, pero el chocolate se encontraba en
la parte de arriba de la despensa y no llegaba. No sabía como llegar
hasta allí y cogí una silla, me subí encima y cuando estaba
subido en la silla llegó mi madre y me riñó mucho por subirme
encima de la silla. Luego llegó mi padre y le dijo que por qué me reñía tanto, y mi madre no entendía cómo me podía dar la rozón y
comenzaron a pelearse y yo estaba un poco triste porque no quería
que se pelearan, pero siguieron peleándose. Yo coloqué la silla en
su sitio pero no me hacían caso. Me fui a mi cuarto y desde allí se
escuchaban los gritos. Me intenté quedar dormido pero los gritos no
me dejaban dormir. A la mañana siguiente desperté en un orfanato y
me contaron que mis padres habían sido arrestados por la policía
por mala conducta.
Después escuché : “Vamos,
levántate Mario, ya está el desayuno”.
Desde ese día no volvía hacer cosas que estuvieran mal.
Desde ese día no volvía hacer cosas que estuvieran mal.
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