Un viaje triste pero a la vez alegre
Era
yo el que me fui, sí yo, pero a las pocas horas me arrepentí y
volví; allí estaba, esperándome a que yo llegara sin prisa
ninguna, entonces ella me vio entrar y de repente me dio un fuerte
abrazo, un abrazo que fue el mejor de mi vida. Ella se alegró de que
volviera a la vida real, ella y muchos más, estaba toda mi familia y
la enfermera me trató muy bien, y sobre todo estaba feliz porque
ellos estaban felices de que hubiera vuelto a mi vida normal y
corriente. Todavía estoy aquí en el hospital pero sé que podré
volver a mi casa, estar con los más queridos, volver a trabajar en
lo que más me gusta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario