En el sueño me encontré en un paraíso en el cual su suelo era de arena y notaba como los pies se me humedecían, creo que me encontraba en lo que la gente suele llamar playa, era la primera vez que me encontraba en una.
En mi país, Afganistán, no nos podíamos permitir el lujo de visitar la costa.
En Afganistán, la gran tristeza es que las nubes suelen ser de metralla, bombas, balas … y no hermosas como las nubes de la playa, tan blancas y esponjosas.
Era la noche de mi cumpleaños, y creo que
no se me pudo dar un regalo mejor que visitar lo que deseaba desde hace tiempo.
La
playa, las nubes y las mariposas
que revoloteaban a mi alrededor me transmitían
una gran inspiración y tranquilidad, me sentía como nunca, era una experiencia
nueva, me sentía como un fantasma, si lo deseara podría incluso volar o al
menos eso creía, me sentía libre y feliz, despreocupado de la realidad, supe que
esto solo lo viviría una vez, así que no lo pensé dos veces y eché a volar.
De repente me desperté, y al abrir los ojos
vi dos grandes lámparas alumbrando mi pecho, estaba en un hospital tumbado
sobre una camilla, había sido operado porque me había alcanzado una bala en el
pulmón.
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