BESO, PESADILLA, MARIPOSA, CELOS Y FANTASMA
LIDIA GUZMÁN ROMÁN
Una ráfaga de viento cálido
Una ráfaga de viento cálido
En el parque, dos jóvenes hablaban,
emocionados y a la vez alterados. Discutían aunque ambos estaban
locos el uno por el otro. De repente el chico le robó un beso. Fue
un beso apasionado, romántico, repleto de amor. Después de esto los
dos se separaron, cada uno por un camino diferente.
La joven, al llegar a su casa, se tumbó
en la cama, mirando el techo y pensando. Sentía que el mundo se le
echaba encima. Se durmió, pero tardó poco en despertar porque una
horrible pesadilla apareció en su mente. Era terroríficamente
espantosa. Ella despertó asustada, muy asustada.
Por la mañana los jóvenes volvieron a
verse, en el mismo lugar de aquella noche, un lugar lleno de flores,
muy bonito. Ella, al ver al chico, sintió un cosquilleo inmenso en
su estómago, como si un montón de mariposas locas por volar
quisiesen salir de él.
Cuando fueron a despedirse después de
estar horas y horas juntos, él recibió un mensaje de otra chica.
Fue ahí cuando comenzó la discusión ya que ella leyó el mensaje
también. Sintió celos, muchos celos de esa chica que se había
comunicado con su novio. La discusión era muy fuerte, incluso ella
comenzó a llorar y salió corriendo.
Al llegar a su casa, la joven se sentó
en un rincón de su habitación, llorando. De repente escuchó una
voz. La voz era dulce y le transmitió tranquilidad, pero a la vez
miedo porque en su casa solo estaba ella. Esa voz le dijo que no se
preocupara, que el chico estaba enamorado de ella. Nunca supo de
dónde venía ese sonido. Una ráfaga suave de viento cálido
acarició su cara. Siempre se quedó con la idea de que aquella fue
la voz de un fantasma.
FIN
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LUCÍA DEUSTO PIÑA
Mi viaje a Londres
Le di un
beso a mi madre antes de desaparecer por la puerta con destino al
aeropuerto. Me iba a una universidad londinense. Me monté en el taxi
después de guardar las maletas.
De
camino al aeropuerto me quedé dormida. Tuve una pesadilla en la que
el avión se quedaba sin gasolina y se estrellaba contra el mar. Al
despertarme, me puse a pensar en mis cosas y entonces me di cuenta de
que había llegado.
Una vez facturadas las maletas, me senté a esperar que anunciaran mi vuelo. Estaba allí cuando vi que había llegado una mariposa. Me quedé mirándola. Era bonita, con mucho color. La verdad es que nunca había vista una igual y le saqué una foto para el recuerdo.
Una vez
dentro del avión me tocó un asiento al lado del pasillo y, la verdad,
sentía celos de todas las personas que tenían la ventanilla al
lado, podían contemplar los paisajes que ofrece el cielo por dentro.
Apagué el móvil antes de que el avión despegara, ahora tendría dos horas de vuelo hasta el aeropuerto de Londres.
Apagué el móvil antes de que el avión despegara, ahora tendría dos horas de vuelo hasta el aeropuerto de Londres.
El avión
aterrizó y cogí el primer taxi que vi en dirección a la
universidad. Lo primero que hice cuando llegué fue preguntar por mi
habitación. Cuando entré en ella pude comprobar que era espaciosa y
con mucha iluminación. Pasé y la puerta se cerró de golpe como si
hubiera un fantasma. No me preocupé, sería la corriente.
El
tiempo pasó rapidísimo y ya era hora de volver a casa, aunque no por
mucho tiempo, ya que decidí irme a vivir allí.
FIN
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