EL BESO
Noelia Moreno
Martínez
Me acuerdo de que cuando dormía la siesta, me quedé
sola. Mis padres me habían quitado el móvil, pero ese día lo cogí sin que lo
notaran.
Miré el Whatsapp y un chico de mi instituto me dijo que quería verme al día siguiente para decirme
una cosa y me quedé con la intriga. Esperé.
Al día siguiente vino. Él y yo nos miramos hasta que
al final sentí su beso en mi mejilla.
Fue un sentimiento especial. Aquel día nos quisimos mucho y nos lo pasamos muy
bien. Al final del día me dijo: “Te amo”.
En verano seguimos viéndonos. Nos abrazábamos,
contentos de habernos conocido en el insti. Me repetía muchas veces: “Te amo y
siempre te amaré”. Yo estaba con él casi todos los días, lo quería mucho.
Íbamos a la playa, paseábamos,… Lo que sentíamos era inmenso. Nadie podía
quitarnos ese sentimiento.
Cuando hablaba con él, sentía que estaba en una
nube. A los dos nos gustaba ir corriendo por el campo o coger la bici. Los dos
nos tumbábamos en el césped y mirábamos hacia las nubes buscando a qué se
parecían. Fue fantástico estar con él. Planeábamos viajes juntos hacia donde
fuera.
Un día de frío, mientras paseábamos, me puso su
chaqueta sobre mis hombros para que yo entrara en calor.
Nos sentamos bajo la
Luna. Miramos las estrellas y no me esperé su beso en mi boca.
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