Texto ganador del concurso EL FUEGO DE LA MEMORIA
CATEGORÍA: 4º DE ESO
NEREA RAMOS, 4º A
Al igual que en muchas o en casi todas las etapas, en mi infancia he tenido muchísimos objetos que han sido importantes para mí y han permanecido para siempre. recuerdos u objetos que realmente no quiero olvidar y que prefiero que perduren siempre en la memoria. En mi caso, un objeto simple siempre que lo veo, me trae recuerdos de mi niñez y, por supuesto, aún conservo, es mi LIBRETA.
No puedo evitar recordar todo lo que ocurrió alrededor de un simple cuaderno. Por supuesto ya es viejo y los dibujos son pésimos, ¿pero quién me quita a mí la sonrisa al ver aquellos antiguos garabatos de una niña ilusionada que recién empieza a meterse en un mundo en el que puede expresar aquello que siempre estuvo atrapado en su mente? La creación del primer personaje dibujado con apenas unas líneas bastante horribles.
Aunque el tiempo ha pasado, es objeto ha permanecido a mi lado enseñándome sobre mis errores y ayudándome a perfeccionar los detalles. no puedo abrir ese cuaderno y que no me dé un estallido de recuerdos en la cara. Al principio se rieron porque eran cutres. No lo puedo negar, pero para mí eran suficientes. Con ellos podía expresar lo que había en mi mente y guardarlo dentro. Yo jamás compartía mis dibujos con nadie. Aquello era mi mente, mi pensamiento y siempre entendí que nadie podría comprender o ver más allá de estos. Siempre tenemos objetos o hacemos cosas que sólo nosotros podemos comprender. Ahora es muy difícil no mirar el cuaderno, compararlo con los actuales y pensar. El tiempo no pasa en vano. Cada año no me preocupo por el peso que haya cogido, por si no he crecido lo suficiente o demás. Cada vez que pasa un año lo mejor es comparar cómo el tiempo pasa y los dibujos mejoran.
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