EL
FUEGO DE LA MEMORIA
Mi
primo Francis y yo siempre
hemos estado muy unidos. Él siempre me ha llevado a todos lados, me
Ha cuidado, ha jugado conmigo para distraerme, me recogía del
colegio, me montaba en la moto y nos íbamos a Conil sin decirle nada
a mi madre, me compraba chuches... y yo siempre quiero estar con él.
Vamos a todos lados juntos.
Una
cosa que recuerdo de cuando yo era pequeño es que siempre quería
estar con él pero cuando se tenía que ir a trabajar yo siempre me
quedaba llorando y para que no estuviera triste, me decía: “Toma,
bonito, te dejo mi reloj. Ahora mismo vengo”. Y me lo daba para que
yo me quedara contento. El reloj era un “Casio” de color negro
con la correa de velcro.
Cuando
él volvía de trabajar, el reloj ya estaba roto y se tenÍa que
volver a comprar otro y al día siguiente me lo volvía a dejar. Y
siempre pasaba lo mismo y así una y otra vez.
Yo
cogía el reloj y lo tiraba al suelo y le daba bocados hasta que lo
partía.
También
me acuerdo de que me gustaba quedarme dormido con él y me tenÍa que
traer en brazos desde su casa a la mía.
Aun
sigo yendo con él a todos lados y además de mi primo es uno de mis
mejores
amigos y lo quiero mucho.
(Francisco Sánchez Manzanares, 3º C)
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