EL DEVOTO DESESPERADO
Había
una vez un chico de 14 años, llamado Manuel. Siempre estaba triste,
porque sus padres discutían mucho. Un día cualquiera como otros,
sus padres estaban peleando. Él como siempre se encerró en su
habitación, agarró con las manos muy fuerte su estampa de la
Virgen, y se puso a rezar.
De repente, escuchó un silencio como si
sus padres dejaran de discutir. Minutos después, apareció
la Virgen levitando sobre el suelo de su habitación, y le
dijo: “tus padres ya no van a discutir más. A partir de ahora vas
a poder verlos felices y disfrutar con ellos”. Y, a partir de entonces, la Virgen
intercedió en los problemas de sus padres.
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