La abeja y la hormiga
La
hormiga estaba enamorada de su querido insecto palo, ella decía que
el insecto era tan delgado y tan guapo que le encantaba y una
pequeña abeja se enteró. La abeja también estaba enamorado de ese
mismo insecto tan guapo. El insecto palo caminaba solo por los
pequeños campos, no trabajaba mucho y era un vago, pero a la hormiga
le daba igual.
La
hormiga le tendió una trampa a la abeja para que no le quitara a su insecto palo.
-No
me gusta el insecto palo, es muy vago y no es de mi condición.
La
abeja la escuchó y cambió su opinión. Al reconocer que ella era
muy trabajadora y él no.
-Me
ha dicho un pajarillo,que por poco no me ha comido, que estáis
enamoradas de mí.
Y
dijo la abeja muy decidida:
-No,
a mí no me gustas, eres muy vago.
Entonces
la hormiga riéndose dijo:
-A
mí sí que me gustas, incondicionalmente, aunque que seas un vago.
La hormiga triunfó en sus amores y la
abeja triste y sola se quedó.
(María del Carmen Rodríguez, 2ºA)
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