NUEVA YORK
Érase una vez, en la
prehistoria, ocurrió un problema, las personas, no sabían: contar, leer…. Entonces, una niña llamada María, al no
saberse el nombre de las personas, a todo el mundo le llamaba María.
Un día fue el cumpleaños de
María, ella invitó a todos sus amigos. Y en todas las invitaciones puso María y
cuando llegó al colegio para repartir las invitaciones a sus amigos, las
invitaciones se les olvidaron en su casa y su madre al ver que en todas ponía
María, las tiró creyendo que se había equivocado.
Cuando María llegó a su casa,
y su madre se lo dijo ella se fue corriendo a la basura pero cuando llegó allí, el
camión de la basura estaba recogiéndola y ella se metió dentro del camión y
empezó a buscar las invitaciones.
Las encontró. Pero su madre
cuando la vio llegar, le cerró la puerta y no la dejaba entrar porque olía muy
mal "a basura".
(María Marín)
No hay comentarios:
Publicar un comentario