Pies en Polvorosa 1º ESO "A"
viernes, 20 de diciembre de 2013
LECTURA COLECTIVA DE LOS RELATOS PREMIADOS Y FINALISTAS DEL CONCURSO DE TEMA "EL MIEDO" . PRIMER TRIMESTRE DE 2013-2014
Lectura colectiva en el IES Roche. Primer vídeo del evento. Los alumnos leen, interpretando,los textos ganadores del concurso del primer trimestre, cuyo tema ha sido "El miedo". También se leen los textos finalistas. La música que se oye de fondo es la banda sonora de la película "Drácula". Es de destacar la gran calidad de los textos presentados al concurso.
TEXTOS SELECCIONADOS CONCURSO "EL MIEDO" (PRIMER TRIMESTRE 2013-2014)
Una tarde, Daniela y su
madre estaban paseando por el centro comercial cuando Daniela vio una muñeca de
porcelana.
Le preguntó a su madre
que si se la podía regalar por ser tan buena hija, la madre le dijo que no
llevaba dinero suficiente para comprar
la muñeca y que podían volver al día siguiente. Al llegar a casa Daniela se lo
contó a su padre que había llegado del trabajo. Daniela estaba muy contenta.
Llegó la noche y Daniela casi no durmió pensando
en su nueva muñeca .
Al día siguiente Daniela fue a despertar a su
madre para que fueran al centro comercial por la muñeca Daniela desayunaba. Al
fin llegaron a la tienda donde estaba la muñeca, Daniela enseguida la cogió y
se la dio a su madre para que la pasara por caja.
Ya era de noche, al
llegar a casa Daniela se dio cuenta de que a la muñeca le faltaba un brazo,
pero a ella no le importaba. Se quedó dormida con la muñeca a su lado. A media
noche Daniela se despertó porque escuchaba unos pasos y una voz que decía
“1,2,3, ya voy por el tercer escalón” ,
enseguida llamó a su madre y esta le dijo que no tuviera miedo, que seguro era
una pesadilla . Media hora más tarde volvió a escuchar la voz y decía: “4,5,6
voy por el sexto escalón”. Daniela
enseguida llamó a su madre otra vez y ésta le dijo que
era la nevera , porque en los
escalones no había nadie.
A la mañana siguiente la
madre subió para despertar a su hija para llevarla al colegio y al entrar dio
un gran grito. Se encontró a su hija sangrando y con un brazo menos, que lo
tenia puesto la muñeca de porcelana.
Mi cumpleaños en Martes 13
Hoy,
Martes 13 de Julio es mi cumpleaños. Estaba muy emocionada y ansiosa porque no
sabía si me iban a regalar ropa, dinero, videojuegos…, en fin, lo que se le
regala a los niños y niñas de mi edad.
Eran
las siete de la mañana y como de costumbre, bajé a la cocina para desayunas
esos cereales tan ricos que prepara mi madre. Cuando llegué todo estaba intacto
y oscuro, así que fui corriendo hacia la habitación de mis padres. Entré y vi
que la cama estaba hecha, como si nadie hubiese estado allí en toda la noche,
las persianas estaban subidas; la ropa doblada y los zapatos en frente de la
cómoda.
A
los pocos segundos, entré en la habitación de mi hermana y vi algo extraño
moviéndose entre las sábanas. Al ver ese movimiento, cogí el bate de béisbol y,
sigilosamente, me acerqué a la cama. Justo cuando estaba al lado levanté
lentamente y cuidadosamente las sábanas y… ¡Sorpresa! ¡Era mi perro Rufo! Me
miró con cara de asustado porque me vio la mano alzada con el bate.
Empecé
a preguntarme el por qué estaba ocurriendo esto. En mi familia hay muchos
supersticiosos y yo soy una de ellos. Pensé que, como cumplía trece años y hoy
era Martes trece, ocurrirían algunos hechos extraños. De repente me entró un
pequeño escalofrío que recorría toda mi espalda.
También
podría tratarse de un sueño, así que me pellizqué. Creo que me pasé un poco
porque solo conseguí que me saliera un gran moratón.
Bajé
al salón junto con mi perro y allí
encontramos una cinta en la que ponía: “Para Dafne y Rufo”. Junto a esa cinta
había una nota en la que ponía: “Baja hacia el sótano y allí me encontrarás”.
Me la guardé en el bolsillo de la chaqueta y puse la cinta en el DVD. Nos
tumbamos en el sofá y le di al play. Lo primero que apareció fue una foto en la
que estábamos mi perro y yo. Después, le siguieron varias fotos en las que
salían mis últimos doce cumpleaños.
Esta
serie de acontecimientos me recordaba a una película que vi con mis padres en
la que una chica llamaba tres veces al teléfono y te decía cuando ibas a morir.
Después aparecía una especie de sala que estaba a oscuras, en la que en la
pared del fondo había un cartel muy grande en el había escrito algo pero no se
entendía.
Al
poco rato, vi que esa sala se parecía mucho al sótano y ahí es cuando me di cuenta
de la relación que había con aquella misteriosa nota.
Cogí
una vieja linterna que teníamos en el cajón, agarré a Rufo y bajamos las
escaleras.
Encendí
la linterna y alumbré hacia la pared, pero no había ningún cartel. Cuando me di
media vuelta vi una especie de sombra que se movía hacia la derecha y,
justamente en ese momento, me quedé sin pilas. Entonces me invadió el pánico y
el miedo.
Tomé
al perro por el collar y nos metimos
debajo de una vieja mesa que estaba cubierta por un mantel verde. Todo estaba
muy silencioso, oscuro; y de repente,
escuché unos pasos que se acercaban hacia nosotros rápidamente. Se me
dilataron las pupilas, empecé a sudar y me agarré con fuerza a Rufo. A través
de una pequeña ranura vi como se levantaba lentamente el mantel y fue cunado lo
vi.
(Ana Moreno 4º A)
En
el pueblo hay sucesos extraños, tengo miedo, no sé dónde esconderme para que no
me encuentre, una vez que note que sé que existe, no hay marcha atrás.
-Mamá,
no tardes en ir a la compra, ¡Ah! No quedan cereales.
-Sí, Susan, vi que faltaban y lo apunté en la lista, los traeré. ¿Chocapic verdad?
-Sí
mamá, hasta luego.
Mi madre se dirige a la puerta y un
escalofrío recorre todo mi cuerpo. Escucho el ruido de la puerta de mi madre al
salir y, de nuevo sola. Me dirijo a mi cuarto y como a toda chica, me gusta
escuchar música y cuando estoy sola en casa no aguanto el silencio, así que
tengo que tener algo de ruido. Suena mi móvil, tengo un Whatsapp, ¿quién será?
Voy a mirarlo, no conozco ése número, se me cambia la cara, el mensaje dice:
Sé
que estás sola, sé que no te gusta estarlo, no te preocupes dentro de nada,
estaré contigo para hacerte compañía.
MN
Empiezo a arreglarme, a las seis he quedado
con mis amigos para ir a la pista de skate, aquí en mi pueblo hay una sola, y
siempre está lleno de chic@s
de mi edad, por cierto, tengo dieciséis años.
Con un poco de prisa conseguiré llegar a tiempo, solo me falta peinarme.
Me dirijo al espejo, ¿pero qué es esto? Hay una mancha negra en el espejo,
intento borrarla pero no se quita, voy al armario de las toallas a por una y
cuando vuelvo ya no está, ¡qué cosa más rara! No le doy importancia será que
estoy cansada, anoche no pegué ojo.
Mientras termino de peinarme suena el fijo,
bajo corriendo para cogerlo:
-Hola?
Soy Susan.
-…..........................
No contestan, es más, se escuchan ruidos
raros, cuelgo, se habrán equivocado, pero ya esto me está asustando...cojo mi
skate y salgo por la puerta, en menos de diez minutos debería llegar a la
pista. Noto como si me estuvieran siguiendo, la típica sensación que notas
cuando estás un poco nerviosa.... por fin llego y veo a mis amigos.
-Oye Katie, que le pasará a aquella chica de negro, está muy sola, y
parece algo asustada.
-¿Pero qué dice loca? Anda te
toca, sube ahí y demuestra lo que sabes hacer.
Nos reímos. En mis pensamientos
me pregunto, qué me está pasando. Subo a la plataforma para bajar deslizándome
sobre mi skate, ¡¿pero qué?! ¡La niña! Me tiro hacia un lado para no hacerle
daño, puf pero menudo daño que me he hecho yo...
-Susan ¿qué ocurre?
-La niña... - Digo apenas con un hilo de voz al ver que no había nadie.
-¿Estas bien? - Preguntas Jonás, uno de los chicos de mi grupo.
-Si, si, estoy bien – ¡mentira! Creo que me he roto la muñeca. - No os preocupéis,
voy a dejarlo por hoy, tengo un día de perros.
Fui despedida por cada uno de
mis amigos y yo, decía adios con la mano, que por cierto, tengo hinchada.
¿Qué será lo que me pasa? Al
llegar encuentro a un señor en mi casa, acompañada por mi madre, tiene pinta de
ser muy serio. Hablo con ellos y ahora me encuentro aquí, recogiendo todas mis
cosas y guardándolas en maletas. ¿Que a dónde me voy? Al manicomio. Después de
estar hablando con el psicólogo dice que tengo que estar allí un tiempo, no sé
el por qué, este tiempo atrás han ocurrido cosas sí, pero no por mi culpa...yo
no quise hacer tonterías, además está todo olvidado...
Sé que no estoy loca, sé que no
tengo alucinaciones, sé que existe, igual que lo sabrás tú cuando te diga:
"Hola me llamo Evans Lorry pero
para los demás soy la chica de negro".
Ahora todo lo que te he contado yo,
te pasará a ti, yo se quién eres, y no puedes esconderte de mí porque como he
dicho, soy Evans Lorry, he existido desde el año 1996, el año en el que
morí...el motivo no interesa en estos momentos. He estado rondando por ahí para
encontrar mi sitio y, este es perfecto. Sabes que estaré ahí contigo, pero no
tengas miedo, llegaré antes a ti.
Susi (Evans Lorry)1696
(Inmaculada Leal 4º A)
La mujer de la acera de enfrente
La curiosidad es una de las características del ser humano como especie.
Es lo que impulsó al hombre a descubrir o inventar cosas, y así pudimos
desarrollar nuestras sociedades y la tecnología. Pero hay ocasiones en las que
es mejor no curiosear.
Aburrida de estar acostada sin poder dormir, me levanté a beber agua, me
asomé a la ventana y la madrugada estaba muy avanzada.
Alguien andaba por la acera de enfrente, cuando la miré ella me giró la
cara, me pareció un poco extraño el ver a una mujer andando por la acera por la
madrugada. Esta imagen me dejó impresionada, el poco sueño que tenía se disipó
del todo.
Cuando la siguiente madrugada llegó, yo permanecía sentada al lado de la
ventana para ver si la mujer aparecía otra vez. Esta vez yo no estaba sola, me
acompañaba mi cámara con la que intentaba grabar esa imagen en foto.
La mujer volvió a aparecer, pero no me dio tiempo a hacer la foto, solo
salió el reflejo de la luz.
Yo no me daba por vencida y a la madrugada siguiente allí permanecía yo,
en la ventana sentada para ver otra vez a la mujer.
Acomodé la silla, abrí un poco la cortina, esta situación me hacía
sentirme un poco extraña. Fue al girar la cara cuando me encontré a la mujer
cerca de vidrio, sus ojos pegados en los míos.
No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos mientras escurría líquidos por
la boca negra y los ojos desorbitados.
Terminé desmayándome y desperté en el suelo cuando ya era de día. Desde
esa noche veo su sombra en la ventana, da golpecitos en ella o la araña,
atormentando mis madrugadas en vela.
(Irene García Guzmán 4ºB)
-Sentaos aquí todos, junto a la chimenea. Os
contaré una historia escalofriante. -Todos los niños le hicieron caso y se
sentaron en corro alrededor de Matilde.
Matilde era la señora más anciana de la aldea,
y por tanto también la más sabia. Los
sábados por la tarde los niños iban corriendo a su casa, pese al frío y al
peligro, pues Matilde vivía apartada de las demás casas, en mitad del bosque
oscuro.
-¿De qué va a tratar el cuento de hoy Matilde?
-Dijo Rubén para calmar sus dudas.
-¡Shh! Ya voy a empezar. Ten paciencia, Rubén,
ahora te darás cuenta. –Matilde se aclaró la garganta e introdujo la historia.-
Como todos bien sabéis, estamos en la estación de la oscuridad y el frío. Esta
historia también trata sobre el frío y el misterio, así que preparaos para
escuchar la historia más terrorífica que habéis escuchado jamás: Todos sabéis
lo que son los reflejos ¿no? –Todos corearon sí a la vez.- Pues bien, de eso va
la historia. Un día parecido al de hoy, oscuro y frío, la familia Müller se
dispuso a encender la caldera, que llevaba más de cinco años sin funcionar.
Daniel, el padre, bajó al sótano con su caja de herramientas para arreglar la
caldera. Estando ahí abajo, se escucharon ruidos extraños, como arañando
madera, que parecían venir del tabique central. –Los niños empezaron a morderse
las uñas ansiosos.- Daniel llamó a su hijo Francis, que tenía el oído muy
afinado y este podría ayudarle a localizar el ruido estridente. Al cabo de unos
minutos, Francis creyó haber encontrado el origen del sonido y avisó a su
padre. Pusieron sus oídos en el tabique, para asegurarse y no hacer un agujero
equivocado. ¡Eureka! Francis no se equivocaba, el ruido provenía de ahí. Se
propusieron a hacer un agujero en el tabique. Daniel, armado con un taladro hizo
el agujero. Los ruidos pararon de repente, cogieron una linterna y alumbraron
al interior del tabique...
-¡¿Y qué pasó?! –Interrumpió un niño a Matilde.
-¡¡Al final sólo era una rata!! –Gritó Matilde.
Los niños suspiraron con alivio, pues todos
creían que iba a haber algo paranormal detrás de ese tabique. Pero en el fondo,
no se equivocaban. En el hueco de la pared encontraron un cadáver putrefacto,
Matilde prefirió ocultar esa parte de la historia.
(Lucía
Sánchez 4º A)
La
maldición de Briefing
Todo ocurrió un uno de noviembre hace
muchos años en nuestra pequeña aldea llamada Briefing. Durante muchos años no
pudimos comprender que ocurrió aquella día ni olvidar lo terrorífico que fue.
Era una mañana fría y soleada cuando vi
a las tres hermanas Thomson pasar camino del arrollo, hice lo que todo el
pueblo hacía al verlas, apartarme del camino y esconderme en unos matorrales
cercanos como si el simple hecho de que me vieran fuera a quitarme el alma. -En
la taberna del pueblo comentaban que la madre falleció en el parto de las
trillizas y el padre desapareció poco después, desde entonces no se ha sabido
más de él, también escuché que fueron recogidas y criadas por una mujer loca
que vivía en una choza en ruinas en mitad del bosque. - Tras alejarse salí del
escondrijo y seguí camino a mis labores en el campo.
De regreso al pueblo por la hora de la
comida nos encontramos a Gustafson y nos informó del derrumbe de una pared en
la plaza de la aldea. Cuando llegamos las trillizas estaban enterradas en los
escombros, una ya estaba muerta y al acercarnos escuchamos a las otras dos que
estaban protestando de que nadie las ayudaba. Mientras estábamos allí una de
ellas murió por sus graves heridas y la otra tropezó por los escombros
golpeándose en la cabeza y con su ultimo aliento maldijo a todos los habitantes
de la aldea, al principio no sabíamos como reaccionar, pasado un rato como era
de costumbre volvimos a comer a la taberna.
Todos los comentarios se fijaban en la
muerte de las trillizas y aquella maldición que nos lanzó. Pepe que siempre era
negativo dijo que la maldición se harían realidad, no creíamos que fuera verdad
pero todos estábamos preocupados temiéndonos lo peor. Cuando nos dirigimos a
hacer las tareas de la tarde, se nos empezó a nublar la vista hasta quedarnos
totalmente ciegos, los perros aullaban asustados, las madres llamaban
desesperadas a sus hijos, tropezábamos unos con otros debido a la ceguera, la
mayoría estaban rezando pidiendo a Dios poder volver a ver, todo eran gritos de
miedo y de dolor cuando se nos pasó por la cabeza la maldición de las brujas.
Durante los que nos pareció una
eternidad hubo un silencio absoluto y ni siquiera se escuchaba el viento, todos
nos sentíamos insignificantes ante aquel silencio absoluto.
Poco a poco como si las plegaria que
todos hacíamos en silencio hubieran sido escuchadas empezamos a notar una
pequeña claridad, los sonidos empezaron a reproducirse, todo parecía volver a
la normalidad, la maldición estaba desapareciendo.
Todos nos levantamos y fuimos a la iglesia de la aldea donde con gran alegría
vimos a todos nuestros amigos del pueblo excepto a las tres brujas, allí
estuvimos rezando durante todo el resto del día hasta que la luz volvió del
todo por la noche y apareció la luna como junto al sol poniente como signo de
perdón, hicimos una hoguera y pensamos que hicimos mal en no ayudarlas cuando
ellas no habían hecho nada malo.
Decidimos llamar a aquel día todos las
santos, aunque los niños le llamaban la noche de las brujas.
Años después en la visita de un monje
nos explico que aquella tarde ocurrió un fenómeno natural llamado eclipse de
sol, pero yo creo que era mentira y solo intentaba tranquilizarnos, aun así
todos en el pueblo creemos que las maldiciones se cumplen y que en Briefing
sobrevivimos a una de las más terribles.
(María Fernández 4ºA)
TEXTOS PRESENTANTADOS AL CONCURSO "EL MIEDO" 3º B Y 3 C (PRIMER TRIMESTRE CURSO 2013-2014)
LA NIÑERA
Un
día, un matrimonio que tenía dos hijos, de los cuales uno se llamaba Jorge y el
otro Luis y vivían en una enorme casa. Los padres siempre estaban trabajando y
como no tenían a nadie que vigilara a los niños, decidieron contratar a una
niñera.
Una
amiga de la madre le dio el número de teléfono de una chica que se dedicaba a
cuidar niños por las tardes y las noches.
Una
noche en la que los padres tenían que salir, la llamaron para que se quedara
con los niños. Cuando los padres se fueron la niñera que se llamaba Elena, le
preguntó a los niños que a qué querían jugar, uno dijo que a las adivinanzas y
el otro que a los coches; entre los dos decidieron jugar al escondite, jugaron
toda la tarde y noche hasta que llegó las 12:00 de la noche y todavía estaban
jugando. Sus padres no habían vuelto y ellos pensaron que se habían atrasado,
le preguntaron a Elena que por qué sus padres se atrasaban, cuando de repente
llamaron a la puerta, la niñera les dijo a los niños que se quedaran sentados
que ella miraría quién llamaba.
Se
acercó a la puerta un poco nerviosa, le latía el corazón muy rápido y le
sudaban las manos, por que a través del cristal de la puerta se veía una sombra
muy grande. Agarró con la mano el pomo de la puerta y cuando abrió no había
nadie, ella se extraño: ¿Quién habría llamado?, cerró la puerta y regresó al
salón, pero cuando todavía no había llegado volvió a sonar el timbre de la
puerta, ella le dijo a los niños que se escondieran en el baño. Ellos estaban
muy nerviosos preguntando que qué pasaba y ella les dijo que no pasaba nada que
se quedaran allí.
Ellos
se escondieron, cerraron la puerta y echaron el pestillo.
La
niñera se acercó a abrir la puerta y cuando abrió era una mujer que llevaba un
sombrero muy extravagante y un vestido negro, con un perrito en las manos,
entonces la niñera le pregunto que qué quería y la mujer contestó: ¿ En esta
casa viven ? “por que vivo en la casa de al lado y he escuchado voces de
niños”, ella contestó: que sí, que por
que le preguntaba por los niños y ella le respondió: “por nada solamente por
preguntar “ y se fue sin decir adiós. Elena cerró la puerta extrañada
preguntándose por aquella mujer tan rara, fue a decirles a los niños que no
pasaba nada que era un hombre que se había confundido de casa. Pero de nuevo
sonó la puerta, aunque ya eran los padres que regresaban de una reunión que
habían tenido en la empresa.
Los
padres preguntaron a Elena que cómo se habían portado los niños, y ella le
contestó que se habían portado muy bien, que habían estado jugando al
escondite. La niñera se despidió de los niños y de los padres, y cuando abrió
la puerta, la madre le pregunto que si mañana podía venir ya tenían que salir
también. Ella les dijo que sí, que no había problema.
Al
día siguiente Elena estaba a las 5:00 en la casa y los niños la estaban
esperando muy contentos: “Elena, ven, vamos a jugar”. Los padres se despidieron
y les dijeron a la niñera que no volverían muy tarde.
Cuando
los padres se fueron los niños empezaron a jugar al escondite por que el día
antes se lo habían pasado muy bien. Pero al rato sonó la puerta y uno de los
niños a abrir. La niñera, se asomó para ver quién era y cuando volvió el niño
no estaba. Ella le preguntó al hermano:”¿Donde esta Jorge?” y Luis contestó que
el había ido a abrir la puerta a ver quién era. Elena y Luis empezaron a buscar
a Jorge por toda la casa y no lo encontraban por ningún sitio, y de pronto sonó
el timbre de la puerta, la niñera, nerviosa, le dijo a Luis que se quedara en
el salón, que ella miraría quién era.
Cuando
abrió la puerta no había nadie afuera, ella volvió extrañada al salón y cuando
se dio cuenta no estaba Luis. Elena empezó a buscarlos pero los niños no
contestaban. De pronto escuchó un ruido por la cocina, se asomó y era la puerta
de la cocina que se abrió sola, esa puerta daba al sótano, ella no sabía que
qué hacer pero pensó que los niños estaban gastando una broma y que estaban
allí escondidos. Bajó las escaleras, la puerta se cerró de golpe y habló una
voz que decía ¡Elena, Eleeeenaaa!
Elena
estaba asustada y le pidió a los niños que no le gasten bromas, que salieran de
allí y entonces escuchó otra voz, de repente y se le apareció una sombra que
decía “¡Elena JAJAJA nunca encontrarás a los niños!” La voz era una mujer, se
fue hacia la puerta, pero no podía salir, de pronto perdió el equilibrio y se
fue a caer pero alguien por detrás la aguantó, ella miro y no veía a nadie,
pero sí que se fijó en la pared, estaba roja, era sangre y la cara de los niños
se veía, dibujada, ella pensó que porqué estaba la cara de los niños allí, se
acercó para verlo mejor y de repente las caras sonrieron y movieron los ojos.
Ella
llorando, chillando, quería salir de allí, partió una ventana que daba al
jardín y cuando ya tenía medio cuerpo fuera le jalaron los pies, la arrastraron
hacia adentro, ella gritaba “¡socorrooo, socorrooo!”. Se dio la vuelta y era la
mujer que llamaba a la puerta la noche anterior, le dijo a Elena: “ tienes que
salir de ahí, antes de que den las 12:00 si no te quedarás siempre dentro de
esta casa.” Ella no entendía qué estaba pasando, y la mujer le explicó que en
esa casa, hacía tiempo había habido un incendio y que toda la familia había
muerto. Ella le dijo a la mujer, que el matrimonio de esa casa le habían contratado
de niñera, que cómo iban a estar muertos, y la mujer le dijo que esa casa
llevaba años deshabitada y que los que la habían contratado estaban muertos,
que eran fantasmas.
Elena le preguntó que cómo podía salir de allí, y la
mujer le mostró el camino, por donde tenía que ir, tenía que regresar por donde
mismo entró, cruzar toda la casa hasta la puerta de entrada, pero que ella no
la podía ayudar, lo tenía hacer ella sola. Entonces, ella tenía que convencer a
los niños que estaban muertos, porque ellos creían que estaban vivos, que
podían jugar con ella para siempre y ella les dio a entender que murieron en el
incendio, pero los niños no la escuchaban, ellos solo querían conseguir una
niñera para siempre, dieron las 12:00 y ella se quedó allí para la eternidad.
(MARTA MUÑOZ
3º C)
LA CASA DE LOS FERNÁNDEZ
En el año 1981 había una familia que era bastante feliz y la más rica de la ciudad, esta se componía de:
El
padre Pepe, la madre María, el hijo mayor Fernando y las dos hijas gemelas:
Estela y Ana. Todos ellos formaban la ''Familia Fernández''
Por
la ciudad se escuchaba que había una banda de ladrones que se habían escapado
de la cárcel.
Una
noche en la casa de los Fernández entraron dichos ladrones, pero lo que no se
esperaban los ladrones es que Ana, una de las gemelas, estuviera despierta así
que de cualquier forma la mataron, al escuchar los gritos de Ana se iban
levantando los demás miembros de la familia y uno tras otro iban siendo
asesinado; en la casa se encontraron cuatro cadáveres, pero la familia la
componían cinco personas, pero no sabían dónde llegó a caer el cadáver de una
de las gemelas.
Después
de todo, la casa se quedó deshabilitada durante mucho tiempo.
Pasaron
los años y esa casa en la ciudad ya era como un museo, todo el mundo iba.
Un
día llegó a la ciudad una cantante muy famosa, porque iba a actuar en la
celebración de la fiesta local, esta cantante se llamaba Estela.
El
día de la celebración local era el mismo día en que ocurrió ''El crimen
Fernández'', como así le llamaban los profesionales.
La
fiesta era junto a la casa de los Fernández.
La
tarde anterior estaban haciendo los preparativos y Estela fue junto a su
corista a ver el recinto, Estela cuando llegó sentía que alguien la llamaba
pero no veía a nadie.
Llegó
el gran día, todos celebraban la fiesta de la ciudad, un ruido espantoso, niños
y mayores entrando en la casa. Estela se subió al escenario y comenzó a cantar,
cuando dijo la primera frase se fue la luz, en ese mismo instante la casa de
los Fernández se iluminó entera. Todos sentían pánico en aquel momento, de
repente volvió la luz y todo volvió a la normalidad.
La
noche siguió bien pero en la última canción volvió a ocurrir, pero en este caso
se vio venir una niña vestida de blanco, pálida y con una muñeca en la mano,
todo el mundo se acordaba de ella, era Ana, una de las gemelas, esta le pidió a
Estela jugar y Estela se lo negó, reprochando, Ana fue hasta Estela y contó
toda la verdad sobre el crimen:
Ana
estaba despierta y Estela los vio llegar, pero esta en lugar de avisarla se
marchó por la otra puerta de la casa sin decirle nada a nadie, luego desde la
ventana vio como mataban a su familia y ella no puso ningún impedimento.
Cuando
terminó de hablar desapareció en una nube blanca, pero esta vez Estela se fue
con ella.
(Juan
Miguel Zájara Galindo 3ºB)
El asesino del Garfio
Era
de noche, y Jake, un chico de 15 años todavía no había regresado a casa. Era
una noche de invierno nublada y fría. Cuando llegó a la calle donde vivía, Jake
observó aún hombre totalmente siniestro justamente situado donde terminaba la
calle de su casa. Este siniestro hombre vestía de sombrero negro, traje negro,
pantalones negros y zapatos negros. Era difícil verlo en la oscuridad. Ambos
estaban situados en los dos extremos de
la calle. El adolescente empezó a andar al igual que el hombre de negro.
Siguieron andando hasta que se toparon en un punto. Parecía mentira, pero al
toparse con el hombre, Jake observó que tenía un garfio. Horrorizado, el chico
se introdujo en su casa. Al siguiente día cuando Jake volvió del instituto,
encendió la televisión .Tras ver el título de una noticia, se quedó paralizado.
No se lo podía creer, pero el título se llamaba: “El asesino del garfio”. Tras
lo sucedido ayer, el chico encajó al
siniestro hombre, con el llamado “asesino del garfio”. Encajaba perfectamente:
misma vestimenta, mismo rostro, misma forma de ser...
Al siguiente día, Jake le contó a sus
amigos en el instituto su experiencia de los últimos dos días. Cuando de
repente, un niño llamado Nelson lo empujó y lo tiró al suelo inesperadamente.
Nelson era el archienemigo de Jake, se conocen desde varios años. Nelson era un
chico corpulento de 16 años y era el típico “abusón” del instituto. El “abusón”
no se creía los del Jake, por eso le golpeó. Llegó la tarde y Jake fue a dar
una vuelta por el barrio con sus amigos. Al instante, vieron a alguien tirado
en el suelo; era Nelson. Estaba muerto y tenía una gran herida en la espalda.
La herida parecía haber sido a bocajarro con algún objeto afilado. Encima del
cadáver se observaba una nota con un garfio dibujado. Sin duda el asesino era
el llamado “asesino del garfio”. Rápidamente la pandilla llamó el teléfono
oficial de la policía. También llamaron a la ambulancia. No se lo podían creer.
Al día siguiente hicieron un minuto de silencio por Nelson, en el instituto. La
pandilla de Jake se reunió por la tarde en casa de John. Debatieron sobre lo
ocurrido y surgió la idea de detener al maldito asesino. Tramaron un buen plan
para tenderle una trama al asesino. Llegó el din de semana, el día en que
harían la trampa. El más débil de la pandilla, llamado Carl fue andando por
todas las calles de la ciudad para encontrar al asesino. Iba con un móvil por
si encontraba al asesino. De repente encontró al asesino, estaba a 40 metros de él, en la
calle del Arco. Rápidamente llamó a su pandilla, que a continuación rodeó
totalmente la calle. Cuando estaba total rodeado gritaron todos: “Por Nelson” y
se echaron todos sobre el asesino. Cada uno llevaba una buena rama de caña y un
gran pedrusco en las manos. La trampa era impredecible. Todos con gran ira
aporrearon al asesino hasta dejarlo inconsciente. Carl rápidamente avisó a la
policía y el asesino fue condenado a cadena perpetua.
(Tomás González 3ºB)
La clínica del terror
Aquella
mañana de invierno, Raúl entrevistaba a Samanta, una joven que sufrió una
terrorífica historia. Tras un largo sorbo al vaso, Samanta comenzó a
describirnos la terrorífica historia.
-“Era
mediados de octubre, mis amigos y mi novio me invitaron a una fiesta por la
noche a finales de es. Ellos esa misma tarde quedaron para ir a limpiar el
lugar donde se iba a celebrar. Era en una antigua clínica heredada por los
padres de Miguel. Los chicos limpiaron el lugar, raro en ellos-comenzó a reír y
siguió- Llegó esa noche, yo era la única chica. Vi como Miguel salía de la
clínica y se tomó unas pastillas. No hay duda de qué se trataba. Al entrar en
la clínica empezaron a beber. Mi novio y yo fuimos a una habitación. Mientras
caminábamos por el pequeño pasillo, algo se cruzó entre nosotros. Apenas
veíamos pues el único foco que teníamos se había apagado. Diferencié una figura
humana, pálida y de ojos rojos. Recuerdo que chillé y salí corriendo. Los otros
chicos se asomaron y al ver esa figura comenzaron a gritar histéricamente-hizo
una pausa- queríamos salir de allí. Las puertas y ventanas se cerraron. Juan
salió corriendo en dirección a la puerta de salida pero los cuchillos que
habíamos utilizados para cenar comenzaron a perseguirlo.-bebió del vaso y luego
retomó- Los cuchillos se clavaron en su espalda. Aquello era terrorífico.
Miguel con los efectos de la droga, creía que el culpable era Fran puesto que
anteriormente le había traicionado muchas veces. Miguel alzó una navaja que
siempre llevaba consigo. Fran juró que no tenía nada que ver pero Miguel
furioso le clavó la navaja en el cuello, dejándolo…-lágrimas caían sobre sus
mejillas- inconsciente. Mi novio Fabio se hizo el fuerte y decidió prender
fuego a aquel fantasma con el mechero de sus cigarros. Le supliqué que no
hiciera nada pero él quería protegerme. ¡Ese maldito fantasma mató a mi
novio!-comenzó a gritar muy furiosa y lloró- Se lo llevó a una habitación y lo
descuartizó. La sangre salía por la rejilla inferior de la puerta. Es terrible.
Solo quedábamos Miguel y yo. Miguel comenzó a beber. Al mezclar alcohol y
drogas se desplomó quedándose inconsciente. Me quedé sola con ese maldito
fantasma. El fantasma desapareció al amanecer y pude escapar. Después de esto,
supe que el fantasma era el abuelo de Miguel. Él era muy desagradable. Era
dentista y al fallecer, su alma se quedó en la clínica. Los comentarios
negativos de la gente sobre él lo convirtieron en ese fantasma. Según mis
reflexiones, mató a los chicos porque le habían molestado cuando fueron a
limpiar. Sin embargo, yo sobreviví porque esa tarde no fui a limpiar”
Esta
terrorífica historia se convirtió en leyenda y científicos demostraron que en
la clínica se oían voces de los jóvenes y ruidos extraños.
(Eva
María Alba Rodríguez 3º B)
La
última noche
Hace
muchos años, en una playa de Roche, había una casa vieja que parecía
abandonada. En aquella playa no solía haber gente casi nunca, pero una noche un
grupo de amigos fueron a celebrar un cumpleaños allí.
Los
chicos eran muy jóvenes e iban acompañados con sus novias y se metieron todos
en esa casa a beber para que no les multaran por si venía la policía.
Una
de las chicas, Carla, se fue a dar una vuelta sola, ya que estaba un poco
mareada porque los chicos se habían puesto a fumar y beber muy pronto.
Mientras
iba por la orilla, vio como una luz la estaba señalando y era el foco de una
caseta de campaña que había delante de ella. Carla se acercó y cuando se asomó
a la caseta la luz había desaparecido y dentro no había nadie. Miró alrededor y
como siempre no había nadie en aquella playa tan silenciosa. Ella volvió
corriendo a donde estaban todos sus amigos y les contó lo que le había
ocurrido. Ellos no la creyeron y siguieron con la fiesta pero ella ya no estuvo
tranquila.
En
mitad de la noche apareció en la casa un hombre, vestido entero de negro, que
estaba loco y empezó a discutir con uno de ellos. De repente en uno de los
bolsillos Carla se fijó que llevaba el mismo foco que la alumbró antes y se lo
dijo al novio para que lo viera. El novio se fue hacia él, queriéndole pegar y
el loco sacó una navaja de la chaqueta para clavársela en el pecho, pero Carla,
se puso por delante del novio y sin querer la mató a ella.
Continuará...
(Nelsi Rodríguez de la Rosa )
Por
esa zona había rumores de que dos hombres de mayor edad había violado a niñas hace poco y la policía no los
encontraba. Las amigas de las dos niñas decidieron ir a buscar a sus amigas
porque estaban preocupadas. Ellas no sabían nada de que había violadores
peligrosos así por esa zona y seguían caminando y bebiendo. Se marearon y
decidieron parar un momento, cuando miraron el móvil tenían 17 llamadas y 7
whatsapp y decidieron no contestar. Las amigas se acercaron por donde ellas
estaban, vieron a dos hombres hablando con ellas, ellas salieron corriendo
hacia donde estaban ellas para poder avisarles, pero ya era tarde, esos dos
hombres se las había llevado corriendo y las montó en su coche. Ellas no sabían
qué hacer y llamaron a la policía. Los hombres les pegaron a las niñas y las
encerró en un garaje cuando escucharon el sonido de la sirena de la policía, la
policía intentaba encontrar el sitio donde se encontraban esos hombres. Las
niñas estaban incomunicadas ya que los hombre les había quitado los móviles,
ellas intentaban hacer el mayor ruido posible para que la policía se diera
cuenta de que estaban allí encerradas. Ellas oían ruidos allí donde estaban
vieron una luz y se acercaron y eran otro grupo de niñas que habían caído en su
trampa. El grupo de amigas que estaba allí le intentaba contar con muchos
nervios lo que les ocurriría, les contaron que cada semana sacaban a dos niñas,
se quedaron aterrorizadas, mientras lo contaban y que las sacaba para
violarlas, y que nunca nadie después de sacarlas había vuelto. Ellas se miraron
como si fuera la última vez que se iban a ver las caras. A la siguiente semana
los hombres volvieron y llamaron a dos chicas, y fue la mala suerte que les
tocó a ellas. Durante esa semana ellas planearon algo, se dejarían llevar, pero
los hombres fueron listos y las drogaron, y hicieron con ellas lo que
quisieron, ellas no se dieron cuenta de que el agua llevaba droga, una de ellas
no quiso hacerle caso a los hombres y empezaron a pegarles hasta que la niña
cayó en el suelo inconsciente, mientras la otra obedecía sin ganas y sin
fuerzas para ayudar a su amiga. La policía nunca supo dónde estaban y sus
amigas nunca la volvieron a ver.
(Lidia Amaya
3º C)
(Alexis Romero 3ºC )
EL PERRO FANTASMA
Un
día, un grupo de viajeros iban en un coche, pero se equivocaron de carretera.
Llegaron a un punto, que había tanta lluvia y viento, que no veían ni por dónde
circulaban.
Al
pasar una curva, pararon en el arcén para mirar un , mapa que llevaban en la
guantera. En ese momento, uno de ellos, vio un perro malherido. Se bajó del
coche, lo cogió, y lo llevaron a un veterinario. Cuando llegaron a su consulta,
el perro había desaparecido, los viajeros tuvieron tanto miedo que esa noche se
refugiaron en un hotel.
A
mitad de la noche, los viajeros se
despertaron por ruidos en el baño. Uno de ellos fue a ver lo qué pasaba y al
abrir la puerta del baño encontró al perro gruñendo y ladrándole. Al escuchar
los demás los ladridos, se sobresaltaron y salieron despavoridos de la
habitación. Al entrar en el baño vieron una escena dantesca; Todo estaba lleno
de sangre y su compañero no estaba allí. ¿Cómo era posible? Empezaron a
llamarlo sin respuesta, pensando en lo peor. Cuando, de pronto, lo encontraron
durmiendo con un cuchillo entre las manos. No podía ni articular palabra solo
decía, “Yo no he sido”. Todos dijimos:
“¿Pero qué ha pasado?”, de repente me desperté en un hospital con graves
heridas de un accidente de coche, que fue provocado por un perro; en el que
todos mis amigos habían muerto, menos yo.
(Rafael Moreno 3º B)
Una noche en alta mar.
Una noche de diciembre del año 2012, fui en el barco de mis primos y mis primos a alta mar. A unas cuantas millas del muelle ya estábamos, vino una borrasca y un tiempo muy malo. De buenas a primeras, vinieron muchas olas y el barco zumbaba hacia arriba y hacia abajo. Yo tenia miedo y mis primos no porque ya estaban acostumbrados. Mi primo Emilio, el patrón del barco, llamó a emergencias porque estábamos a punto de naufragar. Vino una ola, y, rompió la proa del barco. Nos llevamos por lo menos 2 horas con chalecos salvavidas en el agua. Al lejos vi una luz roja, se lo dije a mi padre y me dijo que era el helicóptero. El helicóptero nos recogió y nos llevo el muelle., donde estaba nuestra familia, una ambulancia y la guardia civil. Toda nuestra familia estaba preocupada. Cuando bajamos del helicóptero, la ambulancia nos dio unas mantas y nos tomó la tensión. Desde ese día, le tengo mido a los barcos, pero desde luego me sigo montando en ellos.
(Sebastián Brenes 3º B)
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