LA
HORMIGA Y LA CIGARRA
Llegaba
el invierno y ya las hormigas tenían toda la comida almacenada para
no tener que salir. La cigarra tenía mucho frío y decidió pedirle
a las hormigas que le dieran comida, ya que no tenía ganas de morir.
HORMIGA-
Ya tenemos toda la comida recogida, podemos descansar ya.
CIGARRA-(Llamando
a la puerta recubierta de nieve) Hola, ¿me podéis dar algo de
comida, y dejarme quedarme aquí?
HORMIGA-
(Riéndose) Nosotras nos hemos llevado todo el verano trabajando, y
tú solo tomabas el sol y nos decías que eramos tonta por trabajar.
CIGARRA-
Perdonadme, os prometo que no lo volveré a hacer, el próximo verano
os ayudaré a recoger comida
HORMIGA-
No me fío de ti, dirás eso y luego no harás nada. Nosotras
trabajamos mucho para poder pasar un invierno bueno, sin pasar
hambre.
CIGARRA-
(Muy triste) No quiero morirme de frío, os ayudaré en el hormiguero
y el próximo verano trabajaré yo, pero dejad que me quede aquí
HORMIGAS-
(Les daba pena) Vale, te puedes quedar pero tendrás que estar
trabajando en el hormiguero todo el invierno.
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