La
princesa infeliz
Érase
una vez dos reyes que tuvieron a una hija que se llamaba Natalia. El
día de su bautizo, el castillo se llenó de gente, porque los reyes
invitaron a todo el pueblo, excepto a tres hermanas, porque algunos
decían que eran brujas y que la princesa se pincharía y dormiría
eternamente, cuando ellas lo decidieran.
Al
cabo de 16 años, la princesa se pinchó. Durmió durante tres años,
hasta que un príncipe la rescató del sueño besándola.
La
chica se casó con el príncipe, porque le pareció muy amable, muy
guapo y porque le había salvado del sueño eterno. Pero no era así,
ahora empezaba su pesadilla.
Natalia
se estaba cansando, porque todos los días hacía lo mismo: ir a
acompañar a su marido, con vestidos muy elegantes, con muchas joyas
que el príncipe le compraba. Lo que más le molestaba, es que nunca
participaba en las reuniones, sólo acompañaba.
Un
día Natalia, decidió irse del palacio y divorciarse. El marido le
preguntó que porque quería irse, si él le compraba joyas, vestidos
y lo que ella quería. Natalia le explicó, que ella quería irse,
porque nunca podía salir a la calle, ni estar con sus amigos. Ella
quería ser libre, tener un trabajo y ser independiente.
Natalia
no dijo más, se fue del castillo, habló con sus padres y les dijo
que aunque no la dejaran, ella se divorciaría, así hizo y fue feliz
para siempre.
Enhorabuena, sigue escribiendo, leyendo, pensando...
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